lunes, 16 de julio de 2007

SOLO SOMOS IMÁGEN Y SEMEJANZA DE DIOS

Como lo hemos venido estudiando, desde los principios de la humanidad, nos encontramos con personas, a las cuales parece olvidárseles que somos solamente imágenes y semejanza de Dios y tratan de ser igual o superiores a él y es precisamente por estas personas que este mundo cada día se encuentra peor, ya que nuestro pan de cada día es corrupción, dolor, traición, guerra, muerte, es muy raro oír noticias que nos hagan sonreír. Yo me pregunto ¿qué nos pasa?, acaso hemos olvidado los valores que nos enseñaron en casa, ¿por qué somos tan individualistas?, yo creo que porque la sociedad nos hace así, especialmente el sistema capitalista en el que nos desenvolvemos, el cual a lo único que nos lleva a la acumulación de dinero y es por esto precisamente que nos encontramos con estos problemas que parecen imposibles de resolver.

Como sucedió con la torre de Babel en la actualidad vemos casos similares y no son nada raro, ya que suceden todos los días, pero porque sea así no significa que debemos aceptarlas y por eso no hacer nada para tratar de cambiarlas.

Como por ejemplo el reciente caso de la niña maltratada por su madre, ¿qué se cree esta mujer?, acaso piensa que es dueña de la vida de su hija. Parece que ha olvidado que el único que puede disponer de la vida de los seres humanos.

Es muy triste y me duele mucho saber que existen mujeres que no merecen ser madres, porque no tienen la suficiente paciencia y el inmenso amor necesario para darle a un hijo. Y no se dan cuenta de la dulzura y del inocente corazón que tiene un niño y que éste puede cambiar una vida llenar de dolor por una llena de felicidad, tan solo con una sonrisa o una mirada.

Pero este es solo uno de los tantos casos que se dan a diario en nuestro mundo, en el lugar que nos regaló Dios, para que vivamos “todos”. Ahora las guerras son lo más común del mundo, Israel bombardea a los libaneses mediante aviones de guerra y mata a muchas personas. Con lo cual la única conclusión es que para los israelitas nuestra vida no tiene ningún valor ya que inclusive el dinero y las cosas materiales valen más que nuestra existencia en este mundo.

Es muy triste ver como poco a poco estamos acabando con nuestra vida y con las de los demás y no valoramos el inmenso amor de Dios, quien nos pide a gritos un cambio, un mundo mejor en el que todos nos respetemos.

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