sábado, 30 de julio de 2016

Qué es ser periodista para mi!!

QUÉ ES SER PERIODISTA PARA MÍ

Buscar en un tema hasta encontrar el filón, liberar la energía que me hace aparecer ideas y sentir el deseo imparable de decirlas.

Armar diálogo con muchísima gente que no conozco pero que está dándole vueltas a los mismos problemas que yo.

Llevar a la filosofía a un nivel de intercambio útil, sacarla de los problemas relativos a la esencia (es decir de la nada en la que hace la plancha) y ponerla a valer en torno a los temas y problemas que nos interesan.

Vivir la excitación de intervenir en la discusión pública, siendo muchas veces portador de ideas raras, poco frecuentes, provocadoras de la discusión, y luego participar en esa discusión lo más libremente posible.

Quedarme con la sensación de que tal vez dije demasiado, que me puse excesivamente en evidencia y que más me hubiera valido ser más discreto y hablar cuidando las conveniencias.

Preparar ideas, antes de ir a la tele (a que me hagan una entrevista o a participar en los programas en los que trabajo), escribirlas y reescribirlas hasta lograr una serie de frases sencillas, interesantes, claras, directas.

Sentir la satisfacción de que otros me elogien o agradezcan el haber logrado alguna de estas expresiones a las que sienten representativas de su visión.

Ser filósofo tiene algo básico en común con ser periodista: la búsqueda de la realidad, de la verdad o de los hechos. El periodista está pegado a esos hechos, pero sabe también lo elusivos que estos pueden resultar, y se plantea constantemente el tema de la perspectiva: de entre todas las versiones ¿cuáles son los hechos? El filósofo, por su trabajo, mira la generalidad, la realidad en su conjunto, pero no escapa a la dificultad. De todas maneras no creo que, ni en un caso ni en el otro, sea imposible determinar una verdad, pero esta aparece cuando uno llega a decir lo que uno cree, lo que uno ve, lo que uno quiere.

El periodismo no debería ser definido con estrictez (nada debería serlo), sino más bien usada su amplitud para hacer caber distintas versiones y para jugar con el movimiento de las distintas miradas y aplicaciones. Cada uno tiene que proyectar su forma de ser en su trabajo, cualquiera sea el trabajo, y más que apelar a una forma previamente definida tratar de encontrar la versión propia de las cosas.

Se puede pensar en una definición de cada profesión en función de la patología (la enfermedad) que lo determina. Para ser filósofo hay que estar un poco deprimido, tomar distancia de todo, ser escéptico respecto de cualquier cosa y escudarse en esa actitud para evitar tomar partido por algo. Para ser periodista hay que tener una debilidad básica, ocultarse en los hechos, cultivar el sentido común, sobarle el lomo a la opinión pública. Si uno quiere hacer bien cualquiera de las dos cosas debe curarse, al menos un poco. Un filósofo tiene que aprender a estar contento, a querer la vida y a querer algo en la vida. Un periodista tiene que aprender a tener una visión propia, a superar la descripción de los hechos, o decidirse a aceptar que no hay definición de los hechos sin un querer respecto de ellos.

Qué es ser periodista en la era de Internet

Desde el punto de vista del periodismo, tendemos a mirar Internet como una nueva manera, más eficiente y rápida, de recopilar información, de reportear.

Esa es sólo una parte de sus potencialidades. Internet es una gran base de datos –no importa cuán remoto sea el origen de éstos, pero la revolución que implica en el área de las comunicaciones proviene de otra de sus propiedades: el carácter de transmisor. En el periodismo, la revolución es de la información: esta viaja en todas las direcciones y el receptor es a la vez, emisor.

Internet hace de la transmisión –entendiendo como tal desde la publicación de noticias hasta la comunicación interpersonal directa– un proceso de muy bajo costo.

Que las condiciones para hacerlo sean iguales para todos (fuentes, medios y público)tiene enormes implicancias sociales y profesionales. Nos hace cuestionarnos acerca del trabajo del periodista y su papel en la sociedad: "inquirir, recolectar, elaborar, transmitir y recibir la imagen procesada de un hecho real, comprobable, situada en el tiempo y el espacio, que implique alguna modificación de interés para la vida social y que posibilite a los seres humanos ratificar o modificar su actuar, sentir u opinar libremente".

En la era de las redes, se mantienen las funciones de inquirir, recolectar, elaborar, transmitir y recibir información, pero la abundancia de esta hace necesarias nuevas destrezas para potenciar las posibilidades que la Red le ofrece al reportero.

El año 1998 fue especialmente significativo para el cuestionamiento acerca del papel que cumplirá el periodista cuando Internet sea una alternativa de comunicación verdaderamente masiva. Vimos fuentes que usaron el medio para tomar contacto directo con los usuarios; informaciones que llegaron al público antes que a los medios tradicionales; pseudoperiodistas con espacios más exitosos o más visitados que medios de gran prestigio; sitios con maneras propias de combinar la información y las potencialidades de Internet; y medios tradicionales apostando acerca de su papel frente a esta nueva tecnología.

Dificultades del Internet como medio de información

Existe el problema de la falta de criterios en el público para seleccionar y decidir: los espacios en Internet pueden presentar apariencias muy similares, independientemente de la calidad de información que contengan. Y esta similitud –improbable en la prensa escrita, por ejemplo deja ciertamente inerme al usuario.

Estos problemas –la enorme facilidad para transmitir información y las dificultades que puede llegar a tener el público para discriminar entre lo verdadero, lo casi verdadero y lo falso preocuparán a los legisladores en los años venideros. También a los periodistas: ¿qué papel jugará este profesional en un mundo en que puede trabajar solo o formar parte de alguno de los grandes conglomerados mediales para Internet, que sin duda se crearán?

"Se requerirá que algunos periodistas seleccionen y presenten, que sean corredores de información, que conozcan el camino alrededor de ésta y los movimientos de las bases de datos, y que tengan una fuerte orientación hacia los lectores. Estos periodistas pueden convertirse en apreciados guías para los lectores que acceden a Internet buscando información y se pueden desarrollar como distribuidores de sentido, no sólo de hechos. El periodista se convierte en filtro".

Si la escasez de información era la razón de ser del periodista en el pasado, hoy lo es la abundancia.

Los portales como medios informativos

Los estudios y análisis señalan que los medios en que el público confía más en materia de entrega informativa son los más solicitados y, por lo tanto, los más comprados o de mayor rating. Cada medio, a su vez, ha desarrollado una manera propia de presentar la información, adecuada a sus características mediales. Hay una forma de dar las noticias en radio, en televisión y en prensa. Tiene que haber también una manera de hacerlo en la Red.

La información en Internet debe potenciar herramientas hasta ahora utilizadas por los medios tradicionales valiéndose de otras privativas de este nuevo medio de comunicación. La nueva tecnología permite ofrecer al usuario el acceso a bases de datos, el contacto permanente y en tiempo real con el emisor y la inmediatez informativa. Hasta ahora, la mayoría de los medios de comunicación en la Red ha adoptado la metáfora del diario, esto es, una página que emula a la primera plana de un periódico y cuyos titulares, llamadas e índices permiten ir avanzando en niveles de profundidad y detalle.

Habrá que esperar también para conocer las preferencias del usuario al momento de buscar información: si seguirá fiel a los medios tradicionales, si escogerá espacios creados especialmente para acceder a la red o si optará por una combinación de alternativas a las que ingresará desde su propia lista de favoritos o bookmarks. Para los medios esto, es importante: está en juego su éxito comercial y su rango de influencia social.


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